" Si el Cine consigue que un individuo olvide por dos segundos que ha aparcado mal el coche, que no ha pagado la factura del gas o que su jefe es un indeseable; ha alcanzado su objetivo ".

Billy Wilder


El Plano

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Collateral

Estreno

Estreno
13 De Agosto

Nota Del Autor

Pido disculpas por mi largo abandono de este blog, sabiendo que se me han quedado atrás importantes noticias como la muerte de Sidney Pollack (Memorias De África) o el inesperado fallecimiento de Bernie Mac (Trilogía Ocean's Eleven), así como algunas críticas u opiniones sobre diversos filmes.

En breve, volverá a las andadas.

Un Saludo: El Autor

Entrevista A Carmen Machi

Con motivo del estreno de La Tortuga De Darwin en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria, Carmen Machi (muy popular por la serie de televisión Aída) fue a presentarla junto a Ernesto Caballero, el director de la misma.

¿A qué hace referencia el título de la obra: La Tortuga De Darwin?
-Harriet es el mismo nombre que llevaba una de las tortugas que Darwin se trae de las Islas Galápagos a Europa en 1836 y, como tal; el propio autor de la obra (Juan Mayorga) deja el nombre. En este caso lo llevo yo encima. Es una tortuga bicentenaria, y a través de ella, el autor se imaginó qué pasaría si se escapa del jardín de Darwin; de manera real, porque estaba viva hasta hace poquito, hasta el 2006 más o menos. Y en este caso Harriet es testigo de excepción de la historia de la humanidad durante dos siglos, y el autor imagina cómo lo ve un animal desde la inocencia a ras de tierra, viendo al ser humano de abajo a arriba, qué opina.

¿Cómo es Harriet? -Harriet es un encanto de personaje. Ya había dicho que sí antes de leer el guión, con todas sus consecuencias. Cuando cojo el texto, me olvido de que es un animal el que está “hablando”, aunque no podía evitar las inquietudes ¿Y cómo hago de tortuga? ¿Cómo se mueve?¿Cómo debe "hablar"? Pero gracias a las pautas de un gran director como es Ernesto Caballero, supe cómo afrontarlo. Otra cosa que me ayudó fue que en el texto no leía “la tortuga” sino “Harriet” cada vez que hablaba, no era un simple animal. Lo interesante, es que la tortuga no tiene punto de vista, cuenta cosas muy fuertes de la historia, las guerras, el holocausto; y como actriz y persona te implicas moralmente, y tienes que interpretar a un personaje que “no tiene moral” en ese aspecto, es neutral. Cuenta con situaciones muy inverosímiles a priori, pero cargadas de verdad.

¿Cómo lleva lo de caminar a cuatro patas? –(Risas) Afortunadamente, desde que se sube el telón; permanezco poco tiempo en la posición de una tortuga, también estoy bastante tiempo sentada.

¿En qué se parece Carmen Machi y Harriet? –Por desgracia, en nada. Es un personaje que me ha dado una riqueza profesional y personal inmensa, pero no se parece en nada a mí. Como intérprete, debes buscar un personaje lo más alejado posible de ti mismo. Es lo mejor que te puede pasar. Cuando el personaje es grande, tú debes alejarte, pero dando mucho de ti mismo; desde la distancia claro, porque si no, tienes un problema. Hay que tener intuición, ser observador; pero no asomarte. Pasar del anonimato más absoluto y darle luz propia al personaje. Para que sea él quien brille.

¿Qué ventajas encuentra en el teatro frente al otro medio que emplea mucho como es la televisión? –No me gustan las personas que menosprecian el trabajo de la televisión. Los que creen que es un trabajo de menos categoría. Es un medio muy difícil, en el que todo es muy deprisa, muy urgente; y requiere una concentración y un aguante muy fuertes. Además tiene mucho mérito. Pero dejándola a un lado, el teatro te da mucha sensación de poder, y sobre todo de respeto. Más aún cuando estás sobre el escenario. No tienes al director, ni hay nadie diciendo “corten” si sale mal. Ahí es un “todo o nada”, donde tienes total libertad y donde tienes que darlo todo. Un día me planteé esa cuestión. Estaba en plena actuación, haciendo de coja con un bastón, y pensé: ¿Y si de repente me levanto y le digo al público... iros a la mierda? (Risas). El actor es totalmente libre de sus actos sobre un escenario, y encima añadimos el hecho de que la gente no sabe cómo es la obra. Es lo maravilloso del teatro, la proximidad con el espectador y el “aquí y ahora”.

¿Cómo lleva memorizar tanto texto sin saturarse? –La televisión me tiene muy entrenada. La memoria de la televisión es de usar y tirar, porque todo no cabe en “el ordenador”. En esta obra hay monólogos muy largos y si no los memorizo, llego muy nerviosa a los ensayos (risas). Aunque, siendo sincera; no me gusta tenerlo todo sabido al llegar al ensayo, sino ir creciendo a la vez que el propio texto. No lo memorizo y luego creo el personaje, hago las dos cosas al mismo tiempo; con ayuda del director claro, él me guía y construye la mayoría, y muchas veces hay que ser obediente, por mucho que te moleste (risa). Quizás el menor problema en todo este proceso sea aprenderse el texto.

Cuando interpreta, ¿A qué grado de improvisación llega? –Aunque no lo parezca, en la televisión, que es el medio en el que más he estado últimamente; todo está muy medido. Normalmente se improvisa cuando hay un accidente. En Aída, por ejemplo, deben haber tres chistes cada minuto más o menos: uno verbal, uno visual y uno con doble sentido. Está todo muy marcado. O imagínate, un caso peor; una obra teatral en verso clásico y que se te vaya el texto... ¿Cómo improvisas eso? Normalmente lo tienen todo medido.

De toda tu trayectoria teatral, que es considerable, ¿Qué personaje recuerdas con más cariño? –Éste. Es muy difícil que una actriz se encuentre con un personaje de semejante dimensión. Y éste personaje se hará mucho, espero; por todo el mundo. No por mí, lo hará otra actriz y van a haber otras funciones, etc. Y tengo la sensación de que a ser uno de los grandes personajes que va a existir en la literatura contemporánea, en el teatro contemporáneo. No es un dibujo, es un personaje muy intenso, muy tremendo, con esa carga, aparte de poética, de comedia, de emoción; y como testa contra toda la historia de la humanidad. A nivel personal y artístico me está dando unas cosas hermosísimas. Sufro un orgasmo cada vez que lo hago, termino agotada (risas). Requiere mucho amor. Es todo un reto como actriz. Es un regalo impagable.

¿Temes encasillarte? Que la gente cuando te vea no diga: ¡Ah! Es Carmen Machi, me encantó en La Tortuga De Darwin sino siempre: Aída. ¿Temes quedarte siempre con esa etiqueta? –Encasillarse no es que la gente te recuerde por un papel en concreto, sino que tú mismo como actor hagas siempre el mismo papel en proyectos diferentes.



por Abián De La Cruz, para Los Andares De Charlot, a miércoles 7 de mayo de 2008.

A 007 Le Ha Tocado La China

El rodaje de Quantum Of Solace está resultando más duro de lo que se pensaba nuestro querido James Bond. Con más de dos accidentes (potencialmente preocupantes) a cuestas, esta nueva peripecia del agente más ególatra del cine tendrá una nueva misión aún más inquietante y por lo que se ve bastante pelíaguda: acabar el film.


Un estrepitoso choque mal calculado entre un coche y un camión, una maravilla de automóvil (un bólido de 200.000 euros) precipatada al fondo de un lago y el ataque al corazón de un curioso ciclista que pasaba por el rodaje son las lindezas a las que se ha enfrentado el equipo de la película.

El estreno está previsto para el 7 de noviembre. Sólo nos queda rezar.

Casi 300 Formas De Hacer El Idiota

Si al señor o señora le gusta perder el dinero tontamente porque tiene reservas inagotables, ésta es su película. No saben qué hacer, definitivamente. Ya el propio póster nos avisa del tremendo pastuño que nos espera si entramos... pero es que, se supera. Gracias a Dios no he pagado por verla, sentiría que soy el foco de lo gracioso y no la película, pues creería que se están burlando de mí. Con dos golpes de gracia contados, el resto aflora por lo evidente y realmente absurdo.
Si por lo menos hicieran una parodia (además de otras películas) de sí mismos, todavía, incluso ganaría bastante; pero la risa es continuamente forzada y utilizan un mismo chiste hasta la saciedad pasando por gracioso lo que no es.
Como ya he dicho, no he pagado por verla, pero la vi... y doy gracias al cielo de no haber puesto un pie en la taquilla para ver esta bazofia. Una basura que sólo consigue que considere satisfactoria la piratería.

¡Malditas Sean Todas Las Guerras!

Charlton Heston ha fallecido el 5 de abril en su casa de Beverly Hills a los 84 años de edad, a causa de una enfermedad degenerativa que él mismo calificó de "similar a la enfermedad de Alzheimer".
Con un único Óscar por Ben-Hur, éste actor siempre presumió de haber interpretado a personajes muy importantes de la talla de Marco Antonio, Rodrigo Díaz De Vivar, Miguel Ángel Buonarroti o incluso a Moisés en Los Diez Mandamientos.
Aunque su papel por excelencia, fue el de George Taylor en El Planeta De Los Simios.
Independientemente de su carrera como actor, otra faceta de su vida lo hizo más famoso aún. No sólo que en los años sesenta era gran defensor de la igualdad racial, sino que fue el presidente de "La Asociación Nacional Del Rifle" y gran defensor de la misma. Lo demostró con su famosa frase "tendrán que quitármela fría y muerta" mientras sostenía un rifle en alto.
Resulta irónico que alguien que pronuncia esa frase hiciera de otra (la que da nombre a éste artículo) una de las más famosas del cine en El Planeta De Los Simios. Pero quedémonos con lo bueno, uno de nuestros veteranos del cine se ha ido, recordémoslo por su inmejorable trayectoria profesional. Su amistad por las armas... Es un asunto aparte.

¡Buenos Días Princesa!

"Esta es una historia sencilla... pero no es fácil contarla. Como en una fábula, hay dolor; y como una fábula, está llena de maravillas y de felicidad".

Un modesto hombre judío, Guido (Roberto Benigni); llega a La Toscana con la ilusión de montar una librería. Sin embargo, en su camino se topa con Dora (Nicoletta Braschi), de la que se enamora perdidamente al verla por primera vez. Su planes cambian repentinamente, poniendo como prioridad a su amada, realizando toda serie de triquiñuelas maravillosas para conquistarla; cosa que acaba consiguiendo. Al pasar los años, su amor da fruto a un hijo, Giosué (Giorgio Cantarini), quien adora a su padre y con el que tiene una gran complicidad.

El destino hará que los tres tengan que vivir una de las atrocidades más grandes de la historia, y son internados en un campo de concentración nazi. Guido no está dispuesto a dejar que las circunstancias entristezcan a su pequeño hijo, así que le hace creer que están metidos en un juego cuyo premio es un tanque blindado de verdad, y que deberán aguantar hasta conseguir mil puntos. Guido, dispuesto a hacer lo que sea por que Giosué se "divierta", transforma la realidad en una especie de cuento o aventura; incluso estando en un verdadero infierno.

Magnífica. Una triste comedia, o una tragedia con pequeñas chispas de alegría; Roberto Benigni aporta a nuestras vidas esta pequeña pero profunda fábula llena de ternura. Ganadora de tres Óscars (Mejor Película Extranjera, Mejor Actor y Mejor Banda Sonora), nos enseña que hasta en los peores momentos y situaciones puede haber un resquicio de esperanza, y siempre queda hueco para la risa y para el amor.

"¡Mil puntos! Es para morirse de risa. ¡Primeros! Volvemos a casa con el carro blindado... ¡Hemos Ganado!"

Entrevista A Groucho Marx

Julius Henry Marx, más conocido por Groucho Marx, rodó junto a sus hermanos una serie de filmes llenos de humor surrealista. Las alocadas películas de los Hermanos Marx han pasado a la historia como un ejemplo del ingenio humano.

-No sé qué clase de entrevista pretende hacerme. ¿Quiere que sea una entrevista absurda? No me sé ningún chiste.
-Podemos empezar por cuál es la pregunta que más le hacen los entrevistadores.
-"¿Podría hablar Harpo?".
-Quizá se la hagamos más adelante. ¿Por qué no empieza contándonos lo primero que recuerda?
-Me pide que me remonte a casi cien años atrás.
-De acuerdo. Entonces, ¿cuáles son sus primeros recuerdos de la infancia?
-Yo colgado de la trasera de una camioneta en marcha. Gummo iba conmigo y debíamos de ser bastante pequeños, porque todavía no teníamos el piano. Y recuerdo haber jugado al stickball (juego callejero parecido al béisbol), lo que era todo un desafío porque jugábamos sin pelota. No podíamos permitimos comprar una. En fin, el caso es que donde vivíamos en Nueva York estábamos rodeados de fábricas de cerveza. Cuando iba al colegio de pequeño, siempre olía a malta. También recuerdo al hielero; gritabas por la ventana para decirle cuánto hielo querías. No teníamos nevera; éramos muy pobres. Mientras él hacía la entrega, nos metíamos en su carro y le robábamos pedacitos de hielo. Desde entonces siempre se me ha dado muy bien romper el hielo.
-¿Hasta qué punto eran ustedes pobres?
-Tanto que cuando alguien llamaba a la puerta nos escondíamos todos. Pagábamos un alquiler de 27 dólares al mes y éramos 10. Los cinco hermanos, mi padre y mi madre, mi abuelo y mi abuela y una hermana adoptada. Éramos 10 y sólo teníamos un cuarto de baño.
-¿Quería ser actor de pequeño?
-No, quería ser escritor. Me hice actor porque éramos muy pobres... El caso es que decidí meterme en el mundo del espectáculo.
-¿Por qué?
-Porque tenía un tío en el negocio que ganaba 200 dólares a la semana, y yo estaba siempre a dos velas.
-Cuando aún era pobre, ¿qué creía que significaba ser rico?
-Solía pensar que ser rico significaba tener un montón de dinero. Ahora creo que significa tener un montón de dinero.
-Háblenos de sus padres.
-Bueno, mi madre venía de Alemania, mi padre de Francia. Cuando conoció a mi madre ninguno de los dos entendía una palabra de lo que decía el otro, así que se casaron. Hablaban en alemán porque mi madre era la más fuerte de los dos. Mi padre no era demasiado culto. Mi madre tampoco, pero era más inteligente. Vivió el tiempo suficiente para ver cómo alcanzábamos el éxito en Broadway.
-¿Tuvo su madre una influencia tan importante como se dice a la hora de animarle a lanzarse a los escenarios?
-Por supuesto. Y en cuanto pudo, hizo que los otros siguieran mis pasos. Fue así como nos convertimos en los Hermanos Marx. Ella misma se ocupaba de buscarnos trabajo. Estaba convencida de que tenía que tener aspecto de joven, así que se ponía un corsé y una peluca rubia cuando iba a visitar a los agentes. Por aquel entonces debía rondar ya la cincuentena, y todo el mundo sabía que lo que llevaba era una peluca. Si estaba jugando a las cartas en casa de alguien y se hartaba de llevar el corsé, se lo quitaba y lo envolvía en un periódico, con los cordones colgando.
-Pertenecía a una familia relacionada con el teatro, ¿no es así?
-Mi abuela tocaba el arpa y cantaba a la manera tirolesa. Mi abuelo era ventrílocuo y mago.
-¿Y su padre?
-Era un sastre procedente de Estrasburgo, el peor de la historia. Todos sus clientes eran fácilmente reconocibles: una de las perneras del pantalón era más corta que la otra.
-¿Tuvo usted alguna novia mientras crecía en Nueva York?
-No hasta más adelante, cuando empezamos a viajar con espectáculos de variedades de tres al cuarto. E incluso entonces no pasábamos suficiente tiempo en las ciudades como para conocer a nadie.
-¿Entonces cómo conocía a chicas?
-Íbamos a las casas de putas. Teníamos mucho éxito.
-¿Y eso?
-¡Les montábamos el espectáculo!
-¿Quiere decir que actuaban en los burdeles?
-Como lo oye. Les hacíamos nuestro número al completo Harpo y Chico tocaban el piano y yo cantaba. Las chicas solían ir a vemos al teatro y, si les gustábamos, nos mandaban una nota a los camerinos: "Si no tenéis nada que hacer esta noche después del espectáculo, ¿por qué no os acercáis a vernos?". Siempre estábamos persiguiendo a las chicas. Llegábamos a una ciudad, había un hotel, y en el entresuelo tenían un piano. Chico se ponía a tocar y en un dos por tres había 20 señoritas alrededor.
-Circula el rumor de que usted y Harpo se presentaron una vez desnudos en una fiesta.
-Eso fue cuando estábamos con Y Tanto Que Lo Es y nos invitaron a la despedida de soltero de un amigo que iba a casarse. Total, que Harpo y yo nos metimos en el ascensor y nos quitamos toda la ropa y la guardamos en unas maletas. Íbamos en pelota picada. Pero nos bajamos en el piso equivocado, donde la novia estaba celebrando una fiesta para sus amigas. Así que corrimos en cueros de un lado para otro hasta que apareció un camarero con dos trapos de cocina. Bueno, en mi caso, una toalla de baño.
-¿Quién les escribía los textos cuando empezaban?
-Lo hacía yo. Excepto en el caso de Harpo, que no decía nada.
-¿Escribía usted también para Zeppo?
-No había necesidad. Era el más gracioso de todos, pero no participó en el número mucho tiempo. Eso sí, duró más que Gummo, que ingresó en el ejército durante la 1ª Guerra Mundial.
-¿Por qué no se reincorporó al grupo después de la guerra?
-No quería ser actor. Se metió en la industria de la confección. Recuerdo que Gummo tuvo un hijo llamado Bobby, y éste llegó un día a casa desde el colegio y su padre le preguntó: "¿Cómo te ha ido hoy en el colegio?". Y Bobby dijo: "Bueno, la profesora nos preguntó a todos quiénes eran nuestros padres, y yo le contesté: "Groucho Marx". Y Gummo le dijo: "¿Por qué le has dicho eso?". Y Bobby le respondió: "A ti no te conoce nadie".
-Ha dicho que jamás tuvo que escribirle diálogos a Harpo, dado que no hablaba. ¿Habló alguna vez Harpo en un espectáculo de los Hermanos Marx?
-Hablaba un montón en un número escolar de vodevil que solíamos hacer en su día. Hacía el papel de un muchacho llamado Patsy Brannigan. Era un chaval con el pelo rojo y una nariz rara. De ahí sacó Harpo la idea de su peluca. Un tipo le había enseñado un discurso lleno de palabras rimbombantes y en ocasiones Harpo dejaba al público boquiabierto al pronunciarlo. No entendía la mayor parte de lo que decía, pero le encantaba el discurso.
-¿Conseguían hacer reír a la gente en aquellos tiempos?
-De vez en cuando. Especialmente cuando Zeppo salía a escena y decía : "Papá, ha llegado el hombre de la basura", y yo le contestaba: "Dile que no hoy no queremos". Otra vez Chico me estrechaba la mano y me decía: "Me gustaría decirle adiós a su esposa", y yo le respondía: "Y a mí también".
-¿Cómo creó el personaje de Groucho?
-En la época en que interveníamos en espectáculos de variedades de poca monta, iba probando cosas, y si daban resultado las conservaba. Si nadie se reía, las quitaba y escribía otras distintas. Al cabo de poco tiempo ya tenía un personaje.
-¿Cuál fue el origen del bigote?
-El bigote surgió cuando estábamos representando un espectáculo llamado De Vuelta En Casa. Mi esposa estaba dando a luz por aquel entonces y solía pasar mucho tiempo en el hospital con ella. Una noche me retrasé más de la cuenta y para cuando quise llegar al teatro se me había hecho demasiado tarde para pegarme el bigote, así que me lo pinté con un poco de pintura grasa. Al público no pareció importarle, así que lo adopté.
-¿Cómo desarrolló los andares de Groucho?
-Un día estaba de broma y empecé a andar en plan vacilón. Al público le gustó, así que conservé el estilo.
-¿Cuál fue su primer gran éxito?
-Una obra llamada Y Tanto Que Lo Es.
-¿No es usted amigo de Orson Welles?
-Bueno, he hecho muchas cosas con él. Comedias. Es un tipo grandioso haciendo de payaso serio para las réplicas. También es grandiosamente orondo.
-¿No era usted también amigo de Humphrey Bogart?
-Me pasaba las horas muertas en su casa. Era un anfitrión maravilloso. Se metía dos o tres pelotazos de licor y se montaba en su yate para perder de vista a Lauren Bacall. No es que ella no le gustara. Simplemente le gustaba estar rodeado de hombres.
-Los hermanos Marx tienen también cierto número de amigos literatos. ¿No mantuvo usted correspondencia con T. S. Eliot?
-Él me escribió primero. Me dijo que era un admirador mío y que le gustaría tener mi fotografía. Así que le mandé una fotografía. Y él me la devolvió con una nota que decía: "quiero una foto suya fumando un puro". Total, que le envié una. Más adelante me dijo que sólo había tres personas que le importaran: William Butler Yeats, Paul Valery y Groucho Marx. Tenía las tres fotografías en su despacho. Cuando fui a visitarle, pensé que querría hablar sobre todos aquellos libros importantes que había escrito, como Asesinato En La Catedral. Pero quería hablar de los Hermanos Marx. Naturalmente, nos hicimos muy amigos y mantuvimos una abundante correspondencia. Hablé en su funeral.
-¿Por qué son hoy más serias (o menos graciosas) de lo que solían serlo las películas y los libros
? -Ya no quedan cómicos. Chaplin ya no trabaja; es demasiado viejo y no puede. Mae West no es demasiado vieja, pero no quiere trabajar. Buster Keaton ha muerto. W. C. Fields ha muerto. Laurel y Hardy han muerto. Y Jerry Lewis no me ha hecho reír desde que dejó a Dean Martin. Una de las razones por las que ya no hay cómicos es que no hay sitio donde pueda formarse un actor cómico.
-¿Cómo se conocieron usted y Chaplin?
-Pues verá, mis hermanos y yo estábamos actuando en Canadá, y Chaplin también. Trabajaba en un número llamado A Night At The Club. Era una representación muy divertida. Recuerdo que participaba una solterona enorme que solía cantar y, mientras lo hacía, Chaplin masticaba una manzana y le escupía las pepitas a la cara. El caso es que un día que estábamos en Winnipeg, mis hermanos se fueron a buscar unos billares donde matar tres horas antes de salir para la costa. Dado que yo no jugaba al billar, que no juego a las cartas ni hago apuestas, y sólo fumo ocasionalmente -justo lo suficiente para toser-, me fui a dar un paseo y pasé ante un teatro desvencijado, el Sullivan-Considine. Oí una carcajada estruendosa y pagué mis 10 centavos. Entré y allí, sobre el escenario, había un tipo pequeño andando en círculos de un modo un tanto peculiar. Era Chaplin. El mejor actor que he visto en mi vida. Todo pantomima.
-Háblenos de alguno de los otros grandes cómicos que ha conocido. ¿Qué hay de Buster Keaton?
-Inventaba gags para Harpo cuando estábamos en la MGM (Metro Goldwyn Mayer).
-¿En qué películas?
-
Una Noche En La Ópera, Un Día En Las Carreras y Los Hermanos Marx En El Oeste. Por aquel entonces estaba arruinado, pero era fantástico para Harpo. Harpo necesitaba buenos gags, y Keaton era un cómico incomparable en las películas mudas.
-¿Tiene alguna favorita entre las películas que los Hermanos Marx hicieron para la MGM?
-Me gustaron
Sopa De Ganso y Plumas De Caballo, y me gustan partes de El Conflicto De Los Marx, pero creo que mi favorita es Una Noche En La Ópera.
-¿Por qué?
-Porque tiene escenas estupendas, escenas muy divertidas. Como la del camarote en el que me reúno con la señora Claypool, interpretada por Margaret Dumont. Tengo una cita con ella, y cuando llega a mi habitación salen de ella 14 personas. Disfruté de todas mis escenas románticas con Margaret Dumont. Era una mujer maravillosa. Era la misma fuera del escenario que encima de él, una matrona estirada y muy digna. Y lo más gracioso de todo es que nunca comprendió los chistes.
-Tras
Una Noche En Casablanca hizo usted tres películas seguidas sin sus hermanos. No son las más valoradas por el público, ¿cierto?
-No, y tampoco son películas. Después de Casablanca hice Copacabana, Un Amor En Cada Puerto y más tarde Una Rubia Peligrosa. La última fue una catástrofe de tal calibre que estuvo a punto de arruinar al estudio.
-La última película de los Hermanos Marx, Amor En Conserva, se rodó en 1950, y ese mismo año emprendió usted una nueva carrera con el concurso televisivo "Apueste Su Vida". ¿Le gustó hacer ese programa?
-Puede apostar su vida a que sí. Ahí están algunas de las mejores cosas que he hecho.
-¿Qué significado tenía el pato en sus programas de televisión y en sus películas?
-Es más fácil improvisar un chiste sobre un pato que sobre un elefante.
-¿Cómo era Hollywood cuando apareció usted por aquí?
-Bueno, yo era mucho más joven.
-Eso se da por supuesto, ¿Cuándo se vino a vivir aquí?
-Llegamos en 1930 desde Nueva York, firmamos inmediatamente con la Paramount e hicimos 12 películas con ellos.
-A juzgar por los periódicos de la época, se diría que los Hermanos Marx pusieron la ciudad patas arriba.
-Nos lo pasamos bien. Éramos jóvenes. Pero no creo que la ciudad haya cambiado gran cosa, excepto porque hay menos estudios por culpa de la televisión.
-¿Le interesaría actuar en alguna otra película?
-No. No a menos que fuera un gran papel, que los horarios fueran cortos y que me pusieran carteles para que no tuviera que memorizarlo todo.
-John Casavetes ha dicho que es usted el mejor actor que jamás haya vivido.
-Estaba borracho.
-Pues hay muchos actores jóvenes que admiran el modo en que juega consigo mismo en la pantalla.
-Juego conmigo mismo, desde luego, pero mayormente fuera de la pantalla.
-¿Qué haría si se retirara por completo?
-Recibiría algún mensaje de vez en cuando y me afeitaría y daría un paseo. De todos modos, no pienso retirarme. Me gustaría morir sobre el escenario, pero no tengo planes de morirme en absoluto.
-¿Qué es lo más satisfactorio que ha hecho en su vida?
-Fui a Alemania, y mientras estaba allí, me mostraron la tumba de Hitler y bailé sobre ella. Nunca he sido un gran bailarín, pero Dios, ¡ese día estuve sublime!
-¿Qué se siente al tener 83 años?
-Sigo vivo. Eso es todo. Sé que aún sigo vivo porque me despierto por las mañanas. Si no me despertara, eso significaría que estaría muerto. Pero, ahora que hablamos de no saber si está uno vivo o muerto, recuerdo que una vez visité la oficina de The New York Times y me enseñaron mi necrológica. No era gran cosa. Me ofrecí a mejorarla, pero rechazaron mi oferta.
-¿Qué clase de cigarros fuma?
-Éste viene de La Habana. Cuesta cuatro dólares. Habano de verdad, no de los de las islas Canarias.
-Se dice que los embusteros son grandes cuentacuentos. ¿Cuál es su historia favorita?
-¿Limpia o sucia?
-Simplemente graciosa.
-Pues verá, una puta pilla a un cliente. No, una mujer casada pilla a un tipo, se le lleva a su apartamento y se van a la cama. Cuando están en plena faena, el hombre dice: "Nunca me había acostado con una mujer como tú. Eres la mujer más extraordinaria en la cama que jamás haya conocido. No soy un hombre religioso, pero cuando muera, si existe el más allá, pienso volver a buscarte, no importa en qué parte del mundo estés". Y ella le dice: "Bueno, si es que vuelves, procura hacerlo por las tardes".
-Aparte de los cigarros baratos, ¿qué es lo que más le irrita?
-Esta entrevista.
-Una última pregunta: ¿Qué haría si pudiera volver a vivir toda su vida?
-Probar más posiciones.


por CHARLOTTE CHANDLER, publicada en Playboy en 1974

...Porque El Corazón Es Un Órgano De Fuego

El martes 18 de marzo falleció Anthony Minghella, prestigioso director y guionista ganador del Óscar por El Paciente Inglés, a causa de unas complicaciones que surgieron en una delicada operación de cáncer de amígdalas que le estaban tratando.
Aparte de la ya nombrada, dirigió Cold Mountain y El Talento De Mr. Ripley; entre otras colaboraciones en televisión, etc.
Compañeros y amigos como Kevin Spacey, Gwyneth Paltrow o Nicole Kidman se mostraron desolados con la noticia. Casado con la coreógrafa Carolyn Choa y con dos hijos Hanna y Max (éste último será el protagonista de la próxima película de Alejandro Amenábar, Ágora); dejó este mundo a la edad de cincuenta y cuatro años.

Marlon Brando: El Duque Rebelde

Salvaje, un potro que nunca se dejó domesticar, ese era Brando. Caracterizado por dotar a los personajes de una tensión interna digna de admiración.

Su carrera comenzó en 1950 en la película The Mens, en la que interpretaba a un veterano de guerra. Aún así su éxito internacional llegaría más adelante, con Un Tranvía Llamado Deseo basada en la obra de teatro que él mismo había interpretado; en la cual compartía protagonismo con Vivien Leigh (considerada la mejor pareja protagonista en una película hasta el momento); y que le valió su primera nominación al Óscar. Películas como Viva Zapata o Julio César le valieron dos de tantas otras nominaciones que tuvo, pero no llegaría su primera estatuílla hasta La Ley Del Silencio, en la que interpretaba a un boxeador fracasado y algo corto de miras, pero creándole conciencia de su propia estupidez, lo que le hacía un personaje entrañable y profundo.

Más adelante, su carrera comenzó a decaer, hasta que Francis Ford Coppola le dio la oportunidad de interpretar a Don Vito Corleone en la adaptación de la novela de Mario Puzo, El Padrino, actuación que le valió su segundo Óscar; demostrando su potente solemnidad en un personaje de lo más complejo. La segunda colaboración que tuvo con el director sería en Apocalypse Now, interpretando al loco Coronel Kurtz. A partir de ahí, su carrera sufrió muchos altibajos; colaborando en diversas películas (entre las que destaca The Brave con su amigo Johnny Depp) de forma muy salteada. Trabajó a las órdenes de Charlie Chaplin, junto con Sophia Loren, en La Condesa De Hong Kong; e hizo aparición, además, en la primera adaptación del cómic Superman, interpretando a Jor-El, el padre del mismo. The Score, junto a Edward Norton y Robert De Niro, puso punto y final a su carrera en 2001.

Marlon Brando falleció a los ochenta años, el 1 de julio de 2004, a causa de una fibrosis pulmonar. Aunque siempre se le ha considerado el mejor actor de todos los tiempos, Muchas veces dio guerra a los directores (llegando a despedir a Stanely Kubrick de un rodaje y ponerse él mismo al volante de la dirección en El Rostro Impenetrable), pero esos actos lo convirtieron en algo más que una leyenda, hicieron de él su mote: El Duque Rebelde.

Vivien Leigh: La Magia Hecha Actriz

Sublime, musical, puro y muchos adjetivos más describirían el talento que Vivien Leigh aportaba en sus interpretaciones. Esa fragilidad transmitida con una fuerza a prueba de bombas deleitaba con solo verla.

Nos trajo la arrogancia de Scarlett O'Hara en Lo Que El Viento Se Llevó, o nos engañó a todos con las mentiras de la extraña señora Blanche Dubois en Un Tranvía Llamado Deseo (ganadora del Óscar a Mejor Actriz por ámbas películas); en cualquier caso, demostró su manera de interpretar como el arte de hacernos ver cómo se siente el personaje tan sólo usando la mirada (y con esa forma tan curiosa de levantar la ceja).

Esta bella actriz (cuya corta carrera cundió más en el teatro que en el cine), fue protagonista de varios bulos a lo largo de su vida. Por ejemplo, basándose en la mala relación que tuvo tras las cámaras con Clarck Gable (su compañero de reparto en Lo Que El Viento Se Llevó); se llegó a decir que éste se provocaba mal aliento sólo para molestarla.

Marcada por la tragedia, su vida terminó a los cincuenta y tres años a causa de una tuberculosis crónica, enfermedad que no siempre le permitía realizar su carrera con normalidad; y a la que trató de poner remedio en varias ocasiones, obviamente en vano.

Gran actriz, de la talla de Bette Davis o Katharine Hepburn; soberbia, potente y a la vez lánguida, sus ojos se ganaron mi respeto en poco tiempo; convirtiéndose en algo más que una simple intérprete... Convirtiéndose en magia.

Se Acaban Los Pasos De Baile

Al actor y bailarín Patrick Swayze le han diagnosticado un cáncer de páncreas a sus 55 años.

Las crecientes sospechas sobre su poco tiempo de vida han sido apeladas por su médico personal George Fischer, quien desmiente completamente todo lo que dicen sobre el asunto la prensa sensacionalista y los demás medios de comunicación ("el actor ya no responde a los tratamientos [...], apenas le quedan meses de vida, etc"). No cabe duda que, desgraciadamente; la información puede ser de una forma u otra según quién las "manipule", aunque la cruda realidad sea la misma.

Este actor, cuyo rostro comenzó a ser conocido con la serie de televisión Norte & Sur, nos conmocionó con su humanidad en La Ciudad De La Alegría, saltó a la fama internacional con Dirty Dancing y cautivó al público en Ghost (ambas interpretaciones le valieron una nominación al Globo De Oro); tendrá que aguantar la pesada carga de esa enfermedad durante bastante tiempo.
Esperemos que la lleve lo mejor posible.

Una De Prehistóricos Con Perilla

Por más que lo intentemos, no podemos evitar ver que Roland Emmerich es una máquina de hacer dinero, aprovechándose (o quizá no) de la voluntad de gente que quiere ver una buena película (y por desgracia, se tropieza estrepitosamente).

Aunque pretenda adornar con una muy bonita fachada de paisajes, no puede ocultar, por ejemplo, el déficit a la hora de crear al "dientes de sable" o a las "avestruces gigantes". El ordenador se nota a la legua; llegan a ser de dibujos animados.

Un guión demasiado simple, que en más de una ocasión parece un tributo a otras películas (como El Guía Del Desfiladero, Troya...) y que da unos giros argumentales que parecen un intento forzado de querer mostrar más de lo que hay; consiguiendo un tópico detrás de otro (sin contar con que están depilados, afeitados y son poseedores de una dentadura perfecta). Predecible en muchas ocasiones y bobalicona en muchas otras; con un final tan esperado como fácil.

Aun así hay que decir que la fotografía es magestuosa (las pirámides, las montañas nevadas...) y la música bastante buena. Los mamuts fueron creados con maestría, cuidando hasta el detalle del pelaje; pero poco más.

10.000 es una película de la que no se puede esperar una importante tesis histórica o que tenga un argumento profundo y consistente, simplemente es una forma de entretenimiento de la que no merece sacarse más de lo que hay.

Mareando A La Perdiz... & Al Espectador

Por favor, que me digan que es una broma.
¿Se han vuelto locos? ¿Qué pretenden los productores? Bueno, vaya pregunta idiota la mía... Dinero, dinero y ¡Dinero!

Montruoso 2. No tuvimos bastante con ver la recopilación de tópicos (quitando la mareante cámara) que resumen Monstruoso. Aguantar las desavenencias de un monstruito empeñado en destrozar la única ciudad (para los rezagados: Nueva York) que destruyen todos (su primo Godzilla, la ola de El Día De Mañana...). Ahora nos vienen con su secuela. Pero, ¿De dónde sacan el ánimo? ¿Los buenos guionistas siguen en huelga?

Soy leyenda, película con el fin de entretener dos horitas y ver a un buen Will Smith defendiendo la película solo ante el peligro (y ante los "zombies"); ¿Segunda parte? Con la tontería harán una saga de algo que se hubiera quedado estupendamente en "las dos horitas". Parecido es lo que ocurre con Piratas Del Caribe, de la que su productor Jerry Bruckheimer quiere sacar tajada (aún más, aunque parezca increíble) y pretende rodar una cuarta parte para seguir llenándose los bolsillos. Que conste que no tengo ningún inconveniente en ver de nuevo al ingenioso Jack Sparrow haciendo de las suyas, teniendo también en cuenta que no habrá que aguantar a los empalagosos Will Turner (Orlando Bloom) y Elizabeth Swan (Keira Knightley). Pero a ver qué nuevos entrecijos nos esperan en estas continuaciones que pretendan mantenernos pegados a la butaca y, sobre todo; "sorprendernos".

En cualquier caso, toca esperar; si las realizan o si al final quedan en simples ideas. Ojalá no tuviéramos que aguantar argumentos estirados inútiles de unos "creadores" que piensan que el público es imbécil y que aguanta lo que sea, simplemente porque un día les salió rentable.

Disney, Del Lápiz Al Píxel

Aún me emociono cuando veo el castillo Disney siendo rodeado por una línea circular al son de La estrella azul cada vez que empieza una película. Me siento niño. Todos esos héroes, esos números musicales; Bella, Cenicienta, Peter Pan, Pinocho, los alocados Timón y Pumba... ¿A dónde han ido? ¿Dónde se esconden esas maravillosas moralejas con las que tuve el honor de crecer? Las que formaron parte de mí cuando era pequeño...

Esas emblemáticas escenas que ponían los pelos de punta. Los pétalos de la rosa de Bestia cayendo mientras ésta moría, o la contundente música que asolaba el rostro de Simba mientras su padre le decía desde el cielo "Recuerda quién eres". Y el paseo en alfombra mágica de Aladdín y Jazmín que hizo que se enamoraran y que los que lo disfrutamos en la infancia nos enamoráramos.
Debes ser siempre tú mismo, nos dijo Aladdín, no digas mentiras, nos aconsejó Pinocho; quiere a las personas por lo que hay en su interior, nos enseñó La Bella y La Bestia, pero sobre todo... Hay que aprender de los errores pasados y nunca debemos olvidar quiénes somos, susurró El Rey León.

Los años pasan y hay que adaptarse a las nuevas tecnologías. Llega el píxel, y con ello una infinidad de personajes que pierden en valor humano pero ganan en entretenimiento "para todas las edades". Miles de dibujantes fueron despedidos; dibujantes de desbordante imaginación y cuyas manos peinaron a Blancanieves o hicieron nadar a La Sirenita, supongo que el dinero es lo que tiene.

No digo que en la actualidad no hayan buenas películas de animación (las hay muy buenas, aunque ahora hay que añadir "en 3D"), pero sí que ese cosquilleo que Disney nos hacía sentir antaño cada vez se va sintiendo menos, se pierde; convirtiéndome más en un adulto viendo una película (en 3D) para reírme o entretenerme, que en un niño grande que cuando se sienta a comer, mira a los cubiertos y piensa: "Qué festín".

Viene... Cine Que Viene

James Bond ha vuelto. Daniel Craig repite en las aventuras y desventuras de 007, el agente que después de veintidós entregas de la saga se hace una herida (porque sí, por lo visto ahora es humano); teniendo como compañeros a Gemma Artherton, Jeffrey Wright (Syriana) y a Olga Kurylenko (Hitman) como la nueva chica Bond; entre otros. La nueva película se llama Quantum Of Solace. El espía deberá enfretarse aún a la red criminal que le dio guerra en Casino Royale y recuperarse de la traición de Vesper; además de la pérdida personal que sufrió en esa entrega. Se estrenará el 2 de mayo.El director de El Día De Mañana, Rolan Emmerich, nos sorprende ahora con esta aventura ambientada en la prehistoria, en la que mamuts, dientes de sable, y diferentes tribus se darán cita en los cines el 7 de marzo en un frenesí visual y sonoro que no dejarán indiferente a nadie.

Otra apuesta fuerte por el buen cine es la nueva película protagonizada por Joaquin Phoenix (Gladiator) y Mark Wahlberg (Infiltrados) en la que el primero interpreta a Bobby, el dueño de un local regentado por la mafia rusa y cuyo hermano Joseph (Wahlberg) es un agente de policía que investiga lo que allí se cuece. El personaje de Phoenix tendrá el difícil dilema de tener que elegir bando.
Esta cinta dirigida por James Gray (Cuestión De Sangre) se estrenará en los cines el 28 de marzo.

Vendrán además otras como las nuevas Expediente X, Star Trek, o la esperada adaptación del cómic de Iron Man (protagonizada por Robert Dowey Jr.). Natalie Portman (V De Vendetta) traerá a las salas, junto con Scarlett Johansson (Match Point); la película histórica Las Hermanas Bolena, el 29 de febrero; co-protagonizada también por Eric Bana (Troya). Carmen Maura vuelve a las pantallas con El Menor De Los Males, un drama con tintes políticos que dirige Antonio Hernández y que se estrenará el 14 de marzo. Todos Estamos Invitados, dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón y protagonizada por Óscar Jaenada y José Coronado, se estrenará el 28 de marzo, cuya temática va dirigida en torno a ETA. Apuestas de animación como Horton (se estrenará el 14 de marzo), Kung Fu Panda (el 4 de julio) o Wall-E (8 de agosto); estarán en la parrilla los meses venideros.

Y por supuesto, la que pormete ser un éxito de taquilla; la nueva aventura Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por "el chaval" Harrison Ford. Se estrenará el 22 de mayo.

Eso sí, tendremos que tener un poco más de paciencia por la secuela de Batman Begins dirigida por Christopher Nolan y protagonizada por Christian Bale y Heath Ledger que tiene por título The Dark Night (El Caballero Oscuro) hasta el 13 de agosto.


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